“SISTEMAS DE INFORMACIÓN. EVALUACION DE ESTRATEGIAS AJUSTADAS A LAS NECESIDADES SOCIALES”
Consideraciones Generales
En cuanto al tema de evaluación de políticas sociales en Latinoamérica, se reconoce que existe un sistema incipiente de instrumentos de evaluación en los diversos países, con alta variabilidad de indicadores y referentes que hace complejo el registro y seguimiento, con formas de verificación en ocasiones muy generales y complejas. Gran parte de las políticas publicas se operan a nivel municipal y en ese nivel de gobierno no se conocen de manera ágil el enfoque de evaluación por resultados
La mayoría de las estrategias de evaluación están encaminadas a evaluar los resultados de las políticas económicas en nuestros países al igual que el crecimiento económico, debido en gran parte a la herencia de medidas y recomendaciones realizadas por entidades como el BID y el BM.
No obstante, los gobiernos latinoamericanos se han dado cuenta que lo social no esta supeditado necesariamente a los resultados económicos, de tal forma que se hace necesario tener una convergencia y armonía entre las políticas económicas y sociales.
Es común encontrar que dentro de los gobiernos muchas veces el flujo de información no es el adecuado entre los propios ministerios o que los registros no se actualizan a tiempo.
Para que las Políticas Sociales sean efectivas y garanticen una verdadera inclusión social, adecuadas a los contextos sociales, políticos y económicos de nuestros países, es importante que cada país tenga la suficiente capacidad de definir líneas prioritarias de intervención.
Muy ligado a la identificación de prioridades, es fundamental definir y consensuar indicadores claros, confiables y fiables, además, deben estar permanentemente actualizados.
El monitoreo y la evaluación deben dar herramientas e información a los tomadores de decisión para adoptar políticas y/o estrategias de intervención.
En este sentido, entendemos el monitoreo y la evaluación, como un proceso sistemático para obtener información útil para sustentar un juicio de valor sobre la ejecución, los resultados, los procesos, la sostenibilidad, la sustentabilidad y el impacto de los programas y proyectos de intervención social, tanto a nivel de los beneficiarios, como en cuanto al contexto socioeconómico del territorio intervenido.
Elementos claves a considerar
Es importante consensuar registros simples para hacer seguimiento a los programas y proyectos sociales en ejecución. Los registros, cédulas de encuestas, entre otros, deben estar consensuados y homologados de acuerdo a las normas estadísticas de los institutos pertinentes.
Incorporar evaluaciones cuanti-cualitativas, para poder analizar y complementar información vital que hace referencia a los resultados e impactos de los programas.
Para poder evaluar se necesita contar con sistemas de información robustos que garanticen que la información disponible al momento de diseñar e implementar estrategias y programas de desarrollo social estén apuntando a la población que realmente lo necesita, y que de cuenta del diagnostico y contexto situacional en la que viven antes del proyecto. Sin este elemento no es posible hablar de una evaluación acertada.
Promover la cultura de la evaluación en todos los niveles (local, central, público y privado). De igual manera, es importante instalar la idea de que la evaluación NO ES un instrumento punitivo, sino un instrumento de desarrollo y de apoyo a la gestión de los diversos programas y al mejoramiento de sus diseños.
Difundir ampliamente los resultados de las evaluaciones de manera que posibilite la apropiación de las fortalezas y debilidades observadas y se logren impactos a la hora de tomar decisiones.
Propuestas de los grupos:
1. Crear un sistema único de evaluación social para Latinoamérica y que este sea un organismo integrado por investigadores y académicos reconocidos internacionalmente que no pertenezcan a los gobiernos nacionales.
2. Es recomendable que en el diseño del programa y de la evaluación participen la mayor cantidad de actores posibles, para asegurar la mirada de todos los involucrados (evaluador y evaluados). De igual manera, asegurar el apoyo en la implementación del instrumento de evaluación.
3.Homologar en los países de la región latinoamericana las metodologías y los componentes de los indicadores para tener coincidencia en las mediciones y asegurar el impacto social de programas y proyectos.
4. Establecer una vinculación más operativa entre los gobiernos federales y los locales para conocer los referentes de los indicadores.
5. Éstos Sistemas de Información deben tener propiedades de comparabilidad con unidades mayores, establecer indicadores que sean de uso común. Un sistema de información es una herramienta que contribuye a la inclusión de valores de transparencia, efectividad, entre otros. También es necesario tener objetivos claros y delimitación de responsabilidades. Es importante concebir estos Sistemas de Información dentro de la planeación estratégica de desarrollo de los países.
6. Los grandes programas que apunten al desarrollo social una vez se pruebe como exitoso y con gran cumplimiento de sus objetivos deberían ser elevados a la calidad de Ley, de manera que se convierta en política de Estado y no de gobierno.
A modo de conclusión
* En las estrategias de inclusión debemos tender más hacia la universalización sin perder de vista la necesidad de realizar focalización positiva.
* Los grupos vulnerables son los más expuestos a situaciones de crisis, por lo tanto, si se tienen planes de contingencia, profundizarlos y discutirlos a nivel regional.
* La evaluación debe ser continua e integrada a los procesos .
* Los Gobiernos tiene una responsabilidad directa en la formulación de Planes de Desarrollo, las cuales deben estar asimiladas por todos los actores que interactúan en un territorio común: Gobierno (Administración Pública), Empresas Privadas, Tercer Sector, Actores Sociales.
* En cuanto a la estrategia metodológica de cómo llevar a la práctica la evaluación, debemos considerar la complementariedad entre las informaciones cuantitativas y cualitativas. Sin embargo, es una tarea pendiente profundizar y reforzar las evaluaciones cualitativas y su sistematización, a nivel público.
* Por otra parte, debe considerarse la unidad territorial como zona de intervención de la evaluación.
* Sería deseable que exista una seria y visible interconexión entre la Planificación, Monitoreo y Evaluación.